San José, esposo de la Virgen María

El sueño de san José
1791 – 1792. Óleo sobre papel pegado en cartón, 27 x 19 cm. Sala 089San José, dormido, es advertido en sueños por el ángel del mandato divino, para marchar a Egipto, con el fin de librar al Mesías de la matanza ordenada por Herodes (Mateo 2, 13). Forma pareja con San Pedro liberado por el ángel (P03141); ambas pinturas ingresaron en el Museo como obras de Maella, atribución que se mantuvo repetidamente hasta que Morales las asociase a Vicente López, a pesar de que con posterioridad fueron expuestas en diversas ocasiones con la atribución antigua. En efecto, su factura encendida de color y muy luminosa, con bruscos contrastes y pliegues angulosos, el canon alargado y fusiforme de los modelos, su técnica de pinceladas largas y la gama de colores fríos, grises, verdes y rosas, tienen el sello inequívoco de Vicente López en sus primeros años madrileños. Momento de aprendizaje en el que es muy fuerte la huella de su maestro y paisano Maella.
Morales las considera fechables hacia 1820, años en que el estilo más personal de Vicente López estaba ya plenamente formado y había evolucionado hacia planteamientos estéticos con modelos humanos y técnica radicalmente diversos a los que presentan estas dos obras, que podrían ser bocetos para cuadros de altar (Texto extractado de Díez, J. L.: Vicente López (1772-1850), 1999, p. 57).
|-Gracias al Museo del Prado en Madrid, España, por dejarnos compartir sus obras a los blogs.

Hoy es la festividad de San José, 19 de marzo, esposo de la Virgen María. Tuvo una especial relación con los ángeles. Le avisaron del embarazo de María para que comprendiera por qué no era él el padre natural de Jesús.

“Su marido José, que era justo, pero no quería infamarla, resolvió repudiarla en privado. Así lo tenía planeado, cuando el ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.» Todo esto sucedió para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta: Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa: «Dios con nosotros». Despertado José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer” (M. 1, 19-24).

Los ángeles de nuevo, le avisan de que Herodes quiere matar al Niño Jesús y que es necesario que la Sagrada Familia huya a Egipto.

“Cuando los magos de Oriente se retiraron, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estáte allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle.» Él se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto; y estuvo allí hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliera lo dicho por el Señor por medio del profeta: ´De Egipto llamé a mi hijo´.” (Mt. 2, 1315).

El ángel del Señor le vuelve a avisar de que Herodes ha muerto y puede volver a Israel.

“Muerto Herodes, el ángel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto y le dijo: ‘Levántate, toma contigo al niño y a su madre, y vete a la tierra de Israel, pues ya han muerto los que buscaban la vida del niño’. Él se levantó, tomó consigo al niño y a su madre, y entró en tierra de Israel” (Mt. 2, 19-21).

“Al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allí; y, avisado en sueños [aquí el ángel no se menciona, aunque parece lo lógico aceptar que una vez más existe], se retiró a la región de Galilea, y fue a vivir en una ciudad llamada Nazaret; para que se cumpliese lo dicho por los profetas: ‘Será llamado Nazoreo’” (Mt. 2, 22-23).

Pero los ángeles y los arcángeles, como es caso de Gabriel que es el que se comunica con José, no solo se dedican a las grandes personas, también se dedican a ti si les pides ayuda. Sólo tienes que hacer eso. Pedirles ayuda.

Y si practicas reiki, puedes combinar tu fe en Dios y en los ángeles , con esta práctica japonesa. Para ello es necesario que te inicies. Si no lo estás, ponte en contacto conmigo a través de mi correo alfonso.saborido@gmail.com

QUERUBINES

Abajo del cuadro, los querubines más famosos del mundo. Se han ilustrado miles de láminas con ellos y están en muchos cabeceros de cama en dormitorios. Madonna Sixtina, Raphael, Public domain, via Wikimedia Commons. Se encuentra en  Gemäldegalerie Alte Meister de Dresde (Alemania)

Según los estudios de Pseudo Dionisio Areopagita, es la segunda escala en la jerarquía de ángeles más cercanos a Dios. Su nombre viene del hebreo, kerub, que significa ‘llenos de conocimiento’ . Los querubines son nombrados 91 veces en el en el antiguo testamento pero también una vez en el Apocalipsis, en el nuevo testamento. Aparece en Génesis tres:24 donde dice:

Habiendo expulsado al hombre, puso querubines al oriente del jardín del Edén, y también un remolino que disparaba rayos, para guardar el camino hacia el Árbol de la Vida.

También aparecen en Éxodo 25:10-22 donde dice:

Harás un Arca de madera de acacia, de dos codos y medio de largo, codo y medio de ancho y otro codo y medio de alto. La revestirás de oro fino por dentro y por fuera y labrarás una cornisa de oro alrededor. Le pondrás cuatro anillos, uno en cada ángulo del Arca, dos a un lado y dos al otro. Harás también unas varas de madera de acacia y las cubrirás igualmente con oro. Las pasarás por los anillos que están a los lados del Arca para llevarla. Estas varas estarán siempre metidas en los anillos y no se sacarán de ellos. En el Arca pondrás el Testimonio que yo te daré. Le harás una cubierta, el ‘Lugar del Perdón’, de oro puro, de dos codos y medio de largo y codo y medio de ancho. Asimismo, harás dos querubines de oro macizo, y los pondrás en las extremidades de la cubierta. Pondrás un querubín a una extremidad, y el otro en la otra; formarán un solo cuerpo con la cubierta, a sus dos lados. Los querubines extenderán sus alas hacia arriba y sus alas cubrirán el Lugar del Perdón. Estarán de frente el uno al otro y sus caras mirarán hacia el Lugar del Perdón. Lo pondrás sobre el Arca, y pondrás dentro de ella el Testimonio que yo te daré. Allí me encontraré contigo para darte mis órdenes referentes a los hijos de Israel. Te hablaré de encima del Lugar del Perdón, de en medio de los dos querubines puestos sobre el Arca del Testimonio.

Detalles de los querubines del cuadro anterior.

Hacen mención de ellos también en el primer libro de los Reyes 6: 25

En el Santo de los Santos puso dos Querubines de madera de olivo silvestre de cinco metros de alto. Cada una de las alas del querubín tenía dos metros y medio de largo, de manera que había cinco metros de una punta a la otra de las alas. El segundo querubín medía también cinco metros; ambos querubines tenían el mismo porte y la misma forma. La altura del primero y del segundo era de cinco metros. Salomón puso los querubines en el centro de la Casa, con las alas desplegadas; el ala del primero rozaba uno de los muros y el ala del segundo tocaba el otro muro, y sus alas se tocaban una con otra en el medio de la Casa. Salomón revistió de oro a los querubines. Hizo esculpir en relieve en todas las paredes de la Casa, por todo el derredor, tanto por fuera como por dentro, querubines, palmas y flores. Por dentro y por fuera, el piso de la Casa estaba recubierto de oro. Las puertas del Santo de los Santos eran de madera de olivo silvestre, el dintel y los postes ocupaban la quinta parte de la puerta, ambas puertas de madera de olivo silvestre estaban esculpidas con querubines, palmas y flores; todo estaba recubierto de oro, incluso los querubines y las palmas. De igual modo la entrada del Santuario estaba guarnecida de postes de madera de olivo silvestre, que ocupaban un cuarto de la puerta. Las dos puertas eran de madera de ciprés; cada una estaba constituida por dos paneles que se articulaban; allí habían esculpido querubines, palmas y flores, todo recubierto de oro.

También aparece en el segundo libro de las Crónicas tres:1tres-14

Las alas desplegadas de estos querubines medían veinte codos. Estaban de pie, y con sus caras vueltas hacia la Casa. Hizo también la cortina de púrpura violeta, púrpura escarlata, carmesí y lino fino, y en ella hizo poner querubines.

En Ezequiel, 1, 1-28 aparecen también

El año treinta, el día quinto del cuarto mes, encontrándome entre los desterrados, a orillas del río Quebar, se abrió el cielo y contemplé visiones divinas. El día quinto del mes, el año quinto de la deportación del rey Joaquim, la palabra de Yavé fue dirigida al sacerdote Ezequiel, hijo de Buzi, en el país de los caldeos, a orillas del río Quebar. Yo miré: un viento huracanado venía del norte. Vi una gran nube: En medio de ella un fuego ardiente irradiaba luz, y el centro era como de metal incandescente. En medio del fuego había cuatro seres vivos. Tenían la misma forma: cada uno tenía cuatro caras y cuatro alas. Sus piernas eran rectas, con pezuñas como las de buey; brillaban como bronce pulido. Bajo sus alas (en los cuatro costados) tenían manos de hombre. Las alas de los cuatro se tocaban unas con otras. Al andar no se volvían a ningún lado: iban derecho siguiendo una de sus caras. Vistos de frente, los cuatro seres tenían aspecto humano, pero la cara derecha de su cuerpo era cara de león, y su cara izquierda, cara de toro. Los cuatro tenían también una cara de águila. Sus alas estaban desplegadas hacia arriba; cada uno tenía dos alas que se juntaban con las de sus compañeros, y dos alas que le cubrían el cuerpo. Cada uno de ellos iba derecho siguiendo una de sus caras, iban hacia donde el espíritu los empujaba y al caminar no se daban vuelta. Entre los seres había como carbones ardientes: se diría que había un baile de antorchas entre esos seres; el fuego iluminaba, y del fuego surgían relámpagos. Esos seres iban y venían como el relámpago. Al mirar bien a esos seres, vi que, en el suelo, había una rueda al lado de cada uno de ellos. Esas ruedas centelleaban como piedras preciosas, y las cuatro tenían la misma forma. Cada rueda era doble: parecía como dos ruedas entrecruzadas. De ese modo podían avanzar en las cuatro direcciones, sin tener que dar vuelta. Tenían una llanta muy grande y de aspecto aterrador, porque las cuatro tenían ojos por todo el derredor. Cuando los seres avanzaban, las ruedas avanzaban al lado de ellos; cuando los seres se elevaban desde la tierra, las ruedas también se elevaban. Los seres iban adonde el Espíritu quería, y las ruedas también iban allá porque el espíritu que estaba en los seres estaba también en las ruedas. Cuando ellos avanzaban, éstas avanzaban; cuando se detenían, se detenían éstas; cuando se elevaban desde la tierra, las ruedas igual se elevaban, porque el espíritu del ser estaba también en cada una de las ruedas. Por encima de los seres se veía una como plataforma de cristal resplandeciente; bajo la plataforma sus alas se erguían paralelas unas a otras. Oí entonces el ruido de sus alas, como el ruido de aguas caudalosas, como la voz del Dios Todopoderoso. Cuando caminaban se sentía un ruido como de tempestad, como el estruendo de una multitud; cuando se detenían replegaban sus alas. Un ruido se oía desde la plataforma que estaba encima de sus cabezas. Sobre ésta se veía como una piedra de zafiro en forma de trono y, en esta forma de trono, a un ser que tenía una apariencia humana en su parte superior. Lo vi como rodeado de metal incandescente, de la cintura para arriba, y de la cintura para abajo, era un fuego que proyectaba luz. La luz que lo rodeaba tenía el aspecto del arco iris que se ve en las nubes en los días de lluvia. Esa visión era una imagen de la Gloria de Yavé, cuando lo vi me tiré de bruces al suelo; oí entonces una voz que me habló.

Querubines en
La Asunción de la Virgen
RIBERA, JUAN VICENTE DE
Copyright de la imagen ©Museo Nacional del Prado

De nuevo aparecen en Ezequiel 10:1-22

En ese momento vi que en la plataforma, por encima de los querubines, había una piedra de zafiro en forma de trono. Desde allí dijo al hombre vestido de lino: ‘Pasa por debajo de las ruedas y toma entre tus manos carbones que dispersarás por la ciudad. El hombre fue allá, y yo lo observaba; mientras se deslizaba, los querubines estaban de pie al lado sur y la nube cubría el patio interior. La Gloria de Yavé se elevó por encima del querubín, en dirección a la puerta del Templo; la nube cubría la Casa y todo el patio quedó inundado del resplandor de la Gloria de Yavé. El ruido de las alas de los querubines se oía hasta en el patio exterior, pues era tan fuerte que parecía la voz del Dios Todopoderoso cuando habla. Dio esta orden al hombre vestido de lino: ‘Saca fuego de entre medio de las ruedas y de los querubines. El hombre se aproximó y se puso al lado de la rueda. El querubín extendió la mano hasta el fuego, sacó unas brasas y las depositó en la mano del hombre con traje de lino; éste las recibió y salió. Vi entonces una especie de mano de hombre bajo las alas de los querubines. Vi cuatro ruedas colocadas al lado de los querubines (había una rueda al lado de cada querubín), y las ruedas resplandecían como piedras preciosas. Las cuatro ruedas tenían la misma forma: se podría decir que cada rueda estaba hecha de dos ruedas entrecruzadas. Podían pues ir sin volverse a los cuatro puntos cardinales, iban sin darse vuelta en la misma dirección hacia donde miraba la cara del querubín. Las llantas de las cuatro ruedas estaban llenas de ojos por todo el derredor. Oí entonces que a esas ruedas les daban el nombre de ‘torbellino. Cuando los querubines avanzaban, las ruedas avanzaban con ellos; cuando los querubines desplegaban sus alas para elevarse desde la tierra, las ruedas no dejaban de acompañarlos. Cuando los querubines se detenían, las ruedas se detenían junto con ellos, porque el espíritu de estos seres estaba en ellas. La Gloria de Yavé salió de la Casa y se detuvo encima de los querubines. Ante mi vista, los querubines abrieron sus alas para elevarse desde la tierra, y salieron acompañados por las ruedas; se detuvieron a la entrada de la puerta oriental del Templo de Yavé, con la Gloria del Dios de Israel que descansaba sobre ellos. Eran los mismos seres que había visto debajo del Dios de Israel junto al río Quebar, y reconocí que eran querubines. Cada uno tenía cuatro caras y cuatro alas, y se veían como manos debajo de sus alas. Sus caras, eran tales como las había visto junto al río Quebar. Y se desplazaban según la dirección de sus caras. Vuelven a salir en el Apocalipsis 4:6-8

Una pileta transparente como cristal se extiende delante del trono. Cuatro Seres Vivientes, llenos de ojos por delante y por detrás, ocupan el espacio entre el trono y lo que hay a su alrededor.7. El primer Ser Viviente se parece a un león, el segundo a un toro, el tercero tiene un rostro como de hombre y el cuarto es como un águila en vuelo. Cada uno de los cuatro Seres Vivientes tiene seis alas llenas de ojos alrededor y por dentro, y no cesan de repetir día y noche: Santo, santo, santo es el Señor Dios, el Todopoderoso, el que era, es y ha de venir. Los jefes de los querubines son Ophaniel, Rikbiel, Cherubiel, Raphael, Gabriel, Zophiel y Satán, que fue el ángel caído.

Si quieres practicar reiki con ángeles y reiki cristiano necesitas estar iniciado en reiki. Si no lo estás, no dudes en escribirme a Alfonso Saborido alfonso.saborido@gmail.com Primer nivel de reiki es completamente gratis.

Serafines

Estigmatización de san Francisco TIEPOLO, GIAMBATTISTA
Venecia, 1696 – Madrid, 1770
1767 – 1769. Óleo sobre lienzo, 278 x 153 cm. En exposición temporal Representación de una escena milagrosa en la vida de san Francisco de Asís ocurrida en 1224 durante la fiesta de la exaltación de la Santa Cruz. El Santo, durante un momento en el que se retiró a rezar, recibió de un serafín los estigmas, las mismas heridas sufridas por Cristo en la Cruz. A su lado, un ángel le sostiene para evitar que su cuerpo en éxtasis se desplome. La variedad tonal de los azules utilizados y su contraste con la oscurísima gama cromática empleada tanto en el paisaje como en el hábito del Santo, contribuyen a crear una atmósfera de irrealidad que ensalza el carácter sobrenatural del milagro. Este lienzo forma parte del conjunto realizado para la Iglesia del Convento de San Pascual de Aranjuez. El boceto de esta obra se conserva en las Courtauld Institute GalleriesLondres.

Gracias al Museo del Prado por permitir utilizar sus imágenes en nuestros blog y poder difundir las obras de arte de nuestro primer Museo nacional de España.

En las obras de Pseudo Dionisio Areopagita, los serafines están en la escala más alta de los ángeles cercanos a Dios. En el libro de Isaías 6: 1-3 ya se los describe:

El año en que murió el rey Ozías, vi al Señor sentado en un trono elevado y alto, y el ruedo de su manto llenaba el Templo. Por encima de él había serafines. Cada uno de ellos tenía seis alas: con dos se cubrían el rostro, con dos los pies y con las otras volaban. Y gritaban, respondiéndose el uno al otro: ‘Santo, Santo, Santo es Yavé de los Ejércitos, su Gloria llena la tierra toda. Él vio al Señor en su trono a los serafines con seis alas encima de él. Dos alas cubrían su caray dos sus pies, probablemente para protegerles a ellos del intenso brillo de la majestuosidad de Dios. Cantaban un himno que decía: Santo, santo, santo es el Señor de los ejércitos y llena está la tierra de su gloria! Un serafín tomó un trozo de carbón ardiendo y lo posó sobre los labios de Isaías, perdonando con esta acción sus pecados.

Aunque otros autores nos cuentan que los serafines, por ser los ángeles más cercanos a Dios, no tienen cuerpo ni forma humana, son simplemente energía o fuego. Son seres de luz. A los serafines se les achaca la destrucción de Sodoma y Gomorra con bolas de fuego. Posiblemente, Lucifer, el ángel caído, fuera un serafín.

¿Quiénes son los ángeles?

En la combinación de reiki usui tradicional con la oración cristiana tienen protagonismo esencial los ángeles, que son el nexo de unión entre Dios y nosotros.

Pero ¿Quiénes son los ángeles?

Cuando pensamos en ángeles cada cual tiene una visión y se los imagina de muchas maneras. En eso tiene mucha ‘el arte’ que nos lo ha recreado de muchas maneras.

Nos dice la Real Academia de la Lengua Española que ‘ángel’ viene Del lat. Tardío angĕlus, y este del gr. ἄγγελος ángelos; propiamente ‘mensajero’ y que En diversas religiones monoteístas, espíritu celeste creado por Dios para su ministerio.

No voy a entrar en la idea de Dios que puede tener cada cual. Yo tengo la mía y que se aproxima mucho a lo que pensaba el filósofo Baruc Spinoza. También tenemos una idea de Dios proveniente del arte. Si yo pienso en Dios, automáticamente se me viene a la cabeza la imagen del Dios Padre creando a Adán en la Capilla Sixtina.

Michelangelo, Public domain, via Wikimedia Commons

En la pintura podemos observar esa imagen de Dios, rodeado de ángeles. Imágenes que nos han quedado grabadas en nuestro inconsciente colectivo a fuego. Sin embargo, madurando la fe, yo no veo a Dios como ese Señor del dibujo. Como decía Spinoza, yo creo que Dios lo es todo. Es todo el Universo. O los multiversos, porque no sabemos, aunque sospechamos, que puede haber más. Hubo un tiempo en que la humanidad se creyó el centro del mundo. Hoy, sólo hemos avanzado un pasito en el conocimiento de nuestro lugar en el Cosmos. Dios es todo lo que existe. Dios está fuera de nosotros. Dios está dentro de nosotros. Nosotros formamos parte de Dios. Tu prójimo es parte de Dios.

En respuesta a la pregunta que le hacen sobre cuál es el primero de los mandamientos, Jesús responde: «El primero es: “Escucha Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”. El segundo es: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. No existe otro mandamiento mayor que éstos» (Mc 12, 29-tres1).

Eso nos decía Jesús. Si no consigues ver a Dios en el prójimo es que no te has enterado de nada. Pero la idea de Dios como digo, escapa a nuestras pequeñas mentes humanas. A mí no me preocupa porque me supera. Sé de mis limitaciones. Sé que hay algo que es que está, que es, que no tiene nada que ver con la figura de la Capilla Sixtina, que no tuvo un principio, que no tuvo un fin, que permanece, que está en todos los sitios, que mantiene las reglas del universo, las leyes de la física, que provoca la vida, que permite que todo se mueva como se mueve. Eso es Dios para mí. No es un ente que esté en algún sitio y nos maneje a los humanos como marionetas. Ese Dios todopoderoso. No. Aquí no es cuestión de poder. Es cuestión de ser.

Pero en el Universo que conocemos no sólo existe Dios, aunque no tengamos medios científicos para encontrarlo. Por eso hay ateos. Están en su libertad de negarlo. Si ellos no lo pueden ver, es que no lo pueden ver. Pero eso no quieren decir que los que lo veamos, los que creamos en Dios, con todas nuestras particularidades, nos lo inventemos. No, no es un invento. Los que creemos en Dios realmente lo percibimos y lo notamos.

De Dios bajamos a los humanos. Los animales más inteligentes del planeta Tierra. Nos hemos hecho su dueño. Hemos llegado a tanto que manejamos hasta lo más pequeño que es el átomo. Somos literalmente capaces de crear una estrella. Lo que pasa que si creamos una estrella, nos morimos, porque una estrella es una bomba de hidrógeno. Fusión nuclear. Existimos humanos y el resto de animales, porque no perdamos el norte: los humanos también somos animales. Pero ¿sólo existen los organismos vivos que vemos? Hace muchos años nadie tenía idea de la existencia de otros seres vivos como las bacterias, que producían sus efectos creando enfermedades pero nadie las había visto ni sabían que eran ellas la que los provocaban. También pasaba con los virus, elementos que no están ni vivos ni muertos y que también provocan terribles enfermedades. Sólo los podemos ver con el microscopio electrónico. Por tanto, nos surge la siguiente pregunta ¿puede haber otros seres en el universo que no sepamos que existen por que no los vemos? Por supuesto. Yo estoy seguro. Primero, creo que hay vida en otros sitios del Universo. O del multiverso. Sólo que están muy lejos. O estuvieron en el pasado. O estarán en el futuro. El problema es que no coincidimos.

Afino la pregunta ¿puede haber otros seres que no veamos que estén entre nosotros?

Pensemos. No lo sabemos. Pero ¿Por qué no?

En ese espacio es donde encontramos a los ángeles.

Imagen de Enrique Meseguer en Pixabay

Yo creo que hay seres que han evolucionado tanto que han dejado de necesitar la materia, el cuerpo para sobrevivir. Son seres que no tienen cuerpo, son pura energía, eso es lo que pienso yo que son los ángeles. No creo que sean seres alados como vemos en los cuadros. No podemos verlos con ojos humanos, porque no son humanos, sin embargo conviven con nosotros. Nuestra mente no es capaz de entenderlo. Porque somos humanos tendemos a humanizarlo todo, a darle la forma de un hombre, una forma antropomorfa. No, los ángeles tampoco tienen forma. Son energía. Como la luz. Están. No le vemos, pero tenemos la suerte de poder sentirlos y notar su presencia. Además, podemos comunicarnos con ellos. Ya veremos cómo, porque antes vamos a ver de dónde viene toda esa idea de los ángeles que ha inspirado a los pintores.

La principal fuente de información sobre los ángeles proviene de la biblia, usada por judíos (una parte solo) y por los cristianos del mundo. Luego, en el Corán, el libro sagrado de los musulmanes también reconoce y cuenta de la presencia de los ángeles.

Hubo un religioso conocido como Pseudo Dionisio Areopagita que se puso a buscar en la biblia todas las citas de los ángeles y llegó incluso a calificarlos en jerarquías.

Para practicar reiki con la ayuda de los ángeles, necesitas estar iniciado en primer nivel de reiki. Si no lo estás y quieres hacerlo gratuitamente a distancia, me puedes escribir a alfonso.saborido@gmail.com

Reiki Cristiano – Creative Commons

Nuestra Señora de Lourdes

La Virgen de Lourdes, que se apareció a Bernardette en el pueblo de Lourdes, en el Pirineo francés, muy cerca de la frontera con España, se puede considerar como la advocación de María de Nazaret para todos los enfermos. No estaría mal tener en cuenta esta advocación de la Virgen a la hora de tratar con reiki a nuestros pacientes enfermos.

Dennis Jarvis from Halifax, Canada, CC BY-SA 2.0 https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0, via Wikimedia Commons

reikicristiano.com Reiki Cristiano

Una manera cristiana de hacer reiki (reiki cristiano)

Tobías y el ángel
ROSALES GALLINAS, EDUARDO
Copyright de la imagen ©Museo Nacional del Prado

Esta web está escrita para personas que ya tienen un conocimiento de reiki, aunque hago una introducción a la práctica reiki para quien la desconozca.

Para realizar las prácticas que propongo en el libro es necesario estar iniciado en reiki. Mucho mejor si es segundo nivel, porque ya podrás utilizar el reiki a distancia, aunque con primer nivel ya podrías. El mejor nivel para practicarlo sería el tercer nivel ya que trabaja la parte espiritual de la persona.

Si no estás iniciado en reiki te puedes poner en contacto conmigo en alfonso.saborido@gmail.com y te formo y te inicio en reiki. El primer nivel es absolutamente gratuito.

Las prácticas que propongo son eso: propuestas. Tú puedes cambiar todo lo que te parezca.

Esta obra tiene licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional (CC BY 4.0) especificada en https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/deed.es

Soy cristiano y soy maestro de reiki. Llegué al conocimiento de las técnicas japonesas de reiki a causa de la enfermedad de mi única hermana, cáncer, que le producía inmensos dolores. Yo me desesperaba porque no encontraba manera de aliviarla. Los medicamentos no se le podían poner ya tan fuertes, la morfina estaba a tope y tenía que descansar entre una dosis y otra. En ese descanso, el dolor volvía. Una tarde le dolían mucho las piernas y le di un masaje. Yo no sé darle masajes pero le puse las manos y se las pasaba como buenamente podía.

Al día siguiente me dijo que le pusiera las manos otra vez que sentía alivio. No que se le quitara el dolor, pero sí que sentía alivio. Era como el sana sana culito de rana que nos ensañaban nuestras abuelas. Pero soy una persona curiosa y estuve investigando por qué poner las manos puede llegar a aliviar un dolor. Es verdad. Es un comportamiento innato. Cuando te duele algo, te pones la mano. Si te duele una muela, te la pones en la cara. Si te suele la barriga, también te pones la mano. ¿Por qué lo hacemos? Busqué en internet y encontré la técnica japonesa creado por el Doctor Mikao Usui llamada Reiki. Atrajo mi atención y me interesó. Quería aprenderlo. Leí muchos libros, muchas páginas web, pero para poder dar reiki tenía que ser iniciado por un maestro. No conocía a nadie. Miré por mi zona en internet y los precios eran carísimos. Fuera de mi alcance, pero tuve suerte, en una localidad vecina, a unos veinte kilómetros de casa, una asociación enseñaba reiki gratis. No me lo podía creer. Fui con mi pareja y cuando entré por primera vez no era consciente de que estaba ante uno de los regalos más grandes que me ha dado la vida.

Empecé a formarme y llegué hasta la maestría. Te das cuenta de que nunca terminas de aprender. Leyendo de aquí y de allí. Viendo como hay muchos más tipos de reiki en los que no puedo iniciarme porque no puedo pagarlo, pero con mi Reiki Usui Tradicional tengo suficiente.

De todos los tipos de reiki que encontré, me llamó la atención uno especial que trabajaba con los ángeles. Eso me gustó, porque yo soy cristiano. Cristiano por convicción, no por costumbre. Soy cristiano porque conozco el Evangelio y creo que el modelo de Jesús para la vida humana es el mejor que existe. Tengo arraigo católico. Vivo en el Sur de España y aquí es la religión católica la más extendida. En ella me crié. He sido siempre religioso, me ha interesado la religión. He pasado por distintas partes de la Iglesia Católica. Desde el Opus Dei hasta una Comunidad Cristiana de Base, que es con la que más me identifico. También he participado de las típicas cofradías andaluzas. Pero con el tiempo, mi fe ha ido madurando a la vez que me he ido retirando de los dogmas y de las cuestiones que tanto la Iglesia Católica o las protestantes no estoy de acuerdo. No es ese el motivo de este libro. Hoy no me considero parte de ninguna iglesia. No voy a entrar aquí en el por qué. Sí creo que todas tienen parte de verdad. Y respeto mucho el trabajo que hacen muchas personas en las distintas iglesias porque es digno de elogio. Todas tienen sus cosas buenas y malas. Como las tiene el mundo. Como las tengo yo.

Pero a pesar de todo, yo nunca perdí la fe. Sigo siendo cristiano y Jesús de Nazaret sigue siendo el faro, la luz que me guía en el mundo. He leído mucho sobre él. Como decía Juan, no habría libros en la Tierra para contar todo lo que hizo. Estoy en continúo camino. Por eso, un día buscando información sobre reiki en internet me encontré con páginas donde se condenaba el reiki y se le consideraba una práctica incompatible con el cristianismo. Me sorprendí. Yo soy cristiano y práctico reiki y no encuentro incompatibilidad alguna. Claro que yo no sigo los dogmas de ninguna iglesia ni sus estrictas normas. Yo solo sigo a Jesús y a su evangelio.

Este libro va dirigido en primer lugar, a las personas cristianas como yo, que se han topado con esta crítica y que les han inquietado y hecho reflexionar. Comparto con ellos mi experiencia y quiero que no se sientan ni culpables ni solos. Reiki es una experiencia maravillosa, como creer en Jesús de Nazaret, en el Señor, es una experiencia más maravillosa aún.

En segundo lugar, este libro también va dirigido a quienes nos condenan. A quienes nos juzgan por practicar reiki y no dejamos de ser cristianos. Pueden así conocernos mejor. Saber qué queremos, que es solo la salud física, emocional y espiritual de las personas. Algo que quería el mismo Jesús. No hacemos nada malo. Al revés, solo queremos el bien.

Uno de las cosas que más me hirió de lo que nos acusan es que invocamos a entes extraños. No. Nosotros en reiki, los cristianos no invocamos a entes extraños. Ni a entes disfrazados. Sólo hacemos la técnica reiki. Por eso, como dije al principio, me llamó tanto la atención el trabajar con los ángeles en el reiki. Yo soy cristiano. Yo creo en los ángeles. Desde chiquitito. Desde que mi madre me enseñó a rezar en mi cuna. Me sé aquella oración de memoria desde chico. El cerebro es sabio y graba nuestras vivencias en un sitio especial para que no se pierda. De hecho, cuando somos muy mayores o sufrimos enfermedades como el Alzheimer, son los últimos recuerdos que quedan para borrarse. Están grabados a bien recaudo. Todavía cierro los ojos y me sale de corrido:

Ángel de mi guarda,

dulce compañía.

No me desampares

ni de noche ni de día

que si no me perdería.

Había otra oración que se hacía en forma de canción, pero sólo recuerdo sus dos primeras líneas:

Cuatro angelitos tiene mi cama,

cuatro angelitos que me la guardan.

Estas oraciones venían en mis primeros libros acompañados de unas ilustraciones preciosas. Fueron las primeras imágenes de ángeles que entraron por mis ojos. Unos bellos seres alados, que acompañaban a niños perdidos. Seres con cara masculina. Eran muchachos.

Esas imágenes se impregnaron en mi cabeza de pequeño y así me los imaginaba. En concreto, aprendí todas las noches a rezar un padrenuestro y un avemaría antes de dormir. Cuando iba rezando me imaginaba a un ángel apuntando en un libro gordísimo todas las oraciones que iba diciendo. Todo ello me servirá para el día del Juicio Final. Como una especie de Currículum Vitae que me fuera a salvar de todos los pecados que fuera a cometer en la vida.

Hoy, a mis 55 años, recuerdo aquello con cariño, porque la visión que tengo de los ángeles actualmente no tiene nada que ver con lo que pensaba aquél niño. Pero aquél niño era yo y siempre queda algo dentro.

Mi fe fue madurando con el paso del tiempo. No he perdido la fe nunca. Pero sí ha cambiado de una manera brutal. Los ángeles, aunque pertenecían a mi cultura religiosa, no eran lo prioritario. Yo rezaba directamente a Jesús de Nazareth. Rezar a Dios me era más complicado de entender. Siempre iba a lo fácil.

Como dije me interesé por el reiki que trabaja con ángeles, pero me di de frente con el problema de siempre: había que pagar para iniciarse en el reiki de los ángeles. ¿Cómo podía entenderse esto? Yo comprendo que se puede pagar por otros tipos de reiki distinto, porque el aprendizaje de otras técnicas tiene su costo. Pero es que rezar a los ángeles, utilizar lo que nos ofrecen, eso ha sido gratis de toda la vida.

De ahí nace este libro también, de contar como cuento yo con los ángeles, con Jesús y con su madre María, a la hora de practicar reiki. ¿Es un nuevo reiki el que yo he inventado? No es un nuevo reiki. Es una adaptación. Es una combinación de mi fe como cristiano y mis oraciones, con la práctica enseñada por el Doctor Mikao Usui. No creo que haga mal. Al revés, jamás he orado tanto y mejor como desde que sé reiki. La oración es fundamental en la vida del cristiano.

Así empezó todo.

MANUAL DE REIKI CRISTIANO

Imagen de Gerd Altmann en Pixabay

Este libro está escrito para personas que ya tienen un conocimiento de reiki, aunque hago una introducción a la práctica reiki para quien la desconozca.

Para realizar las prácticas que propongo en el libro es necesario estar iniciado en reiki. Mucho mejor si es segundo nivel, porque ya podrás utilizar el reiki a distancia, aunque con primer nivel ya podrías. El mejor nivel para practicarlo sería el tercer nivel ya que trabaja la parte espiritual de la persona.

Si no estás iniciado en reiki te puedes poner en contacto conmigo en alfonso.saborido@gmail.com y te formo y te inicio en reiki. El primer nivel es absolutamente gratuito.

Las prácticas que propongo son eso: propuestas. Tú puedes cambiar todo lo que te parezca.

Esta obra tiene licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional (CC BY 4.0)

especificada en https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/deed.es

Puedes descargarlo en este enlace: https://bit.ly/2ZPIpjz

San Miguel Arcángel

Esta página dedicada al culto a Dios, a través de la oración y la práctica de reiki, a Jesucristo, a la Virgen María y a los ángeles, está dedicada con todo mi corazón a San Miguel Arcángel, al que un día desesperado le pedí un favor y me lo dió.

San Miguel Arcángel
VALDÉS LEAL, JUAN DE
Copyright de la imagen ©Museo Nacional del Prado