El diablo
Es un tema desagradable del que hablar. Pero existe. Tenemos que tener en cuenta de que si creemos en los ángeles, no podemos olvidar a, según nos cuenta la tradición basada en textos antiguos, sobre todo en el Apocalipsis de San Juan en su capítulo XII, que hubo un ángel que quiso competir en belleza con Dios y se rebeló. A esta rebelión se unieron un tercio de los ángeles existentes. Este ángel que se rebeló era Satanás, Lucifer o el diablo, aunque es conocido con más nombres. El Apocalipsis nos cuenta como hubo una gran Batalla y el Arcángel San Miguel formó un gran ejército que venció al diablo lanzándolo con todos sus ángeles al infierno. Allí se convirtieron en lo que conocemos con los demonios.
¿Y qué tiene que ver el diablo con la práctica de reiki os estaréis preguntando? Nada. Absolutamente nada. En estas fechas cuando escribo esto, cercanas al Día de todos los difuntos, en España, Día de los muertos en México y Halloween en los países herederos de las culturas celtas, mucha gente se hace preguntas. ¿Puedo dar reiki en este tiempo? También se lo preguntan en otros tiempos religiosos como la Semana Santa. ¿Puede ser peligroso?
No. Recordemos que reiki no tiene que ver con ninguna religión, aunque concretamente en reiki ángeles sí compartamos la creencia en los ángeles y también, cómo no, en el diablo. Pero nosotros somos practicantes de reiki y trabajamos con los ángeles. Trabajamos con la luz. No hay nadie que esté más protegido en el mundo que quien trabaja acompañado de su ángel. Y no debemos olvidar que por encima de todos ellos, tenemos a San Miguel, Quién cómo Dios, que siempre le vemos en su figura aplastando la cabeza de Satanás.
Si practicamos reiki nada hemos de temer. Ahora bien, los practicantes de reiki somos personas curiosas y nos gustan temas diversos. Ahí sí que tenemos que tener cuidado. Supersticiones, magias, ritos, brujerías, espiritísmos, etc… nos alejan de la luz y nos acercan a la oscuridad, donde trabajan los conocidos como seres del bajo astral y cómo no, los demonios. El diablo no se acerca a ti si tú no quieres. Aunque podrá tentarnos en cualquier momento de nuestra vida. Lo notaremos en nuestros cambios de humor, de nuestra manera de pensar, convirtiéndonos en egoístas y haciendo actos que no son buenos.
Debemos protegernos siempre con nuestros ángeles, especialmente nuestro ángel de la guarda, y el diablo y el mal nos dejarán en paz. Alejémonos de todo lo que nos dé malas vibraciones. Los ángeles nos ayudarán en nuestro instinto y nos evitarán peligros.
Para ello, tenemos que estar en contacto con nuestros ángeles todos los días, saludarles por la mañana, también al acostarnos. Pedirles ayuda. Ellos están ahí esperándonos. Podemos pedirle lo que queramos. Mientras más hablemos con ellos y de ellos, más cerca estarán y más felices serán y nos harán.
Con nuestros ángeles al lado no hay nada que temer. No hay nada que pueda con ellos. Ni el mismo diablo porque San Miguel, quien lo venció y lo vencerá cuantas veces haga falta, está con nosotros.
San Miguel Arcángel, defiéndenos en el combate contra las maldades e insidias del demonio. Se nuestra ayuda, te rogamos suplicantes. ¡Que el Señor nos lo conceda! Y tú, príncipe de las milicias celestiales, con el poder que te viene de Dios arroja en el infierno a Satanás y a los otros espíritus malignos que ambulan por el mundo para la perdición de las almas.
Si necesitas iniciarte en reiki ángeles o reiki usui tradicional, escríbeme a alfonso.saborido@gmail.com y ten paciencia con mis respuestas. Gracias. Alfonso. No olvides ponerme un comentario en agradecimiento a San Miguel y marcar la suscripción a este blog para seguir recibiendo las entradas. Muchas gracias.